LOS DERECHOS DE LOS HOMBRES DURANTE Y DESPUÉS DEL DIVORCIO

Certificado de Matrimonio

Por: El abogado Humberto Aparicio Barrera

¿Qué es el Divorcio?

El divorcio es la disolución del matrimonio. Anteriormente en muchas legislaciones el divorcio estaba prohibido, y sólo existía la separación de cuerpos. En la Biblia se establece que el divorcio se permite, pero solo en caso de adulterio, y los divorciados no deben contraer nuevas nupcias. En Panamá, el divorcio ante autoridades civiles es permitido, y nuestra ley establece que para que se produzca debe ser con motivo de ciertas causales que están bien definidas en nuestro ordenamiento jurídico.

¿Qué es el juicio de divorcio por la causal de mutuo consentimiento?

Si los cónyuges tienen más de dos años de casados, pueden decidir realizar el juicio de divorcio por la causal de acuerdo mutuo, si tiene hijos menores de edad, igualmente tienen que efectuar un acuerdo voluntario, en cuanto a la situación de bienestar de los hijos, que debe aprobar el juez de familia para que pueda ordenarse el divorcio.

Durante el juicio de divorcio por la causal de mutuo consentimiento, la cual es una de las más utilizadas, el Juez debe en primer lugar separar a los cónyuges si no lo están, y debe resolverse previamente lo referente a las pensiones alimenticias, esto significa que se realizará un acuerdo voluntario, donde se establecerá quién pagará los gastos de alimentación, habitación, vestido, atención médica de los menores, aquí en este punto es interesante destacar que tanto el hombre como la mujer o ambos pueden quedar encargados de sufragar estos gastos. Otro punto que debe quedar resuelto en dicho acuerdo privado, es la guarda, crianza y educación de los menores hijos, esto significa, que uno de los cónyuges quedará encargado del cuidado y atención de los menores, el otro quedará con un régimen de visitas con respecto a sus menores hijos.

¿Cómo se reparten los bienes después del juicio de divorcio?

Con el Código de la Familia y el Menor, el régimen económico matrimonial que cobra mayor importancia es el de participación en las ganancias, que a falta de contrato o capitulaciones matrimoniales, dónde se establezca qué régimen escogen los cónyuges, el régimen legal es el de participación en las ganancias. Esto significa que al producirse el divorcio, las partes pueden solicitar la liquidación del régimen económico matrimonial. En dicha liquidación debe establecerse en los patrimonios tanto del hombre como de la mujer, cual obtuvo mayor ganancia; por ejemplo, si al verificar los patrimonios iniciales y finales de ambos cónyuges, se determina que la mujer ha tenido mayor ganancia que el hombre, él tiene derecho a participar de la ganancia de ella, para que al final ambos patrimonios queden equiparados.

El régimen de participación en las ganancias, en la actualidad rige como régimen legal en Panamá, desde el 3 de enero de 1995. Los matrimonios celebrados con anterioridad a esta fecha, y que no hubieren efectuado ningún pacto, se le aplica el régimen de separación total de bienes, que era el régimen legal anterior regido por el Código Civil, cada uno se queda con lo que esté a su nombre.

¿Qué ocurre si el divorcio se da por causales distintas al de mutuo consentimiento o la causal de separación de hecho por más de dos años?

En el caso de producirse el divorcio por una causal distinta a la de mutuo consentimiento, o la separación de hecho por más de dos (2) años, el cónyuge que resulte inocente de la causal de divorcio, podrá obtener del cónyuge culpable, de la causal de divorcio, una pensión alimenticia, aún después del divorcio, siempre y cuando no pueda satisfacer dichas necesidades básicas y no contraiga un nuevo matrimonio. Por ejemplo, si el hombre acusa a la mujer de la causal de trato cruel, dado que ella continuamente le grita adjetivos injuriosos, o él demuestre que ella tiene relaciones sexuales con otros hombres, ella al ser declarada culpable de estas causales de divorcio, de solicitarlo el cónyuge inocente, podrá quedar obligada por el juez, a dar a su exmarido una pensión alimenticia, si los hechos y circunstancias probadas así lo ameritan.

Hombres y mujeres tienen los mismos derechos ante la ley, lo ideal es que resolvieran sus conflictos, creemos que el amor, la comprensión entre ambos salvaría muchos matrimonios, que en la práctica son la base de una sociedad fuerte y unida, que realmente es lo que nuestro país necesita.

Como este artículo está dirigido a los hombres, quiero despedirme con lo que está escrito en la Biblia, Efesios 5:25 «Maridos, amen a vuestras mujeres, así como Cristo amó a la Iglesia, y se entregó a sí mismo por ella…» y mujeres, respeten a sus maridos y vivamos en paz.

 

Derechos de autor del texto Humberto Aparicio Barrera. Reservados todos los derechos.

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